SEMBRAR Y CONSERVAR, POR LA VIDA HUMANA Y VEGETAL

Publicado por Carolina Valle García. , viernes, 4 de junio de 2010 16:55

Por nutrir la vida, por proporcionar pulmones a urbes asfixiadas, por mejorar el paisajismo urbano, por naturaleza, la arborización tiene relevancia dentro de los impactos de la planificación territorial para la calidad de vida de las personas.

Medellín posee una flora conformada en su mayoría por especies traídas de otros lugares del mundo, como sucede con la palma areca, el croto o el laurel, cuyo número de individuos supera enormemente al de especies nativas, en su mayoría amenazadas con la extinción según información del Jardín Botánico de la ciudad.



Los planes de arborización que se adelantan en Medellín surgen de acuerdo a Sergio Mejía, quien coordina en el Jardín Botánico proyectos en conjunto con la Alcaldía, debido a una necesidad de transformar la manera como se concibe la siembra de árboles en esta ciudad. Explica Sergio que la “moda” de sembrar especies exóticas en espacios inadecuados las ha convertido en “árboles problema” dentro del espacio público, lo que ha conllevado a que entidades que manejan redes y servicios públicos los talen indiscriminadamente.

Gabriel Maya, jefe de la unidad de paisajismo de la Alcaldía de Medellín, afirma que en la conmemoración de fechas como el Día del Árbol, no tiene sentido instar a las personas a que siembren plantas si no se comprometen a sostenerlas más adelante. Se deben tener en cuenta aspectos como el tamaño de la especie frente al espacio en el que se siembra, el clima apropiado, las características y funcionalidad de las especies (por ejemplo, si se trata de árboles para sombra o plena luz, si son portadores de frutos grandes, su resistencia al ataque de plagas, entre otras). Por ende se recomienda pensar muy bien, los usos del sitio donde se decide plantar un árbol.

La ciudad cuenta con lugares privilegiados por sus zonas verdes, mientras que otros donde hay más afluencia de vehículos y personas como el centro de la ciudad, y algunos barrios aledaños y periféricos se convierten en puntos con alto déficit de especies vegetales.



De acuerdo al Manual de Silvicultura Urbana, base para la siembra masiva de árboles en la ciudad, en zonas como los parques lineales es apropiado plantar especies de diferente porte, entre ellas, árboles de sombra que protejan las fuentes de agua y definan la percepción paisajística de los sitios. Para nutrir la biodiversidad de la ciudad, en zonas periféricas se trata de insertar diferentes especies de plantas que eviten la erosión del suelo y los deslizamientos, sobre todo en sitios con pendientes de alto grado.

En los andenes y corredores de redes de servicio público, se recomienda la siembra de árboles de bajo porte, de lento crecimiento, con raíces de tamaño moderado como los arbustos, incluidos en los planes de intervención de flora urbana dentro de áreas de gran circulación peatonal. Las especies de gran crecimiento por su parte, son habitables dentro de plazas, jardineras y cinturones verdes.

Una reglamentación del mantenimiento de la flora, apoyada en técnicas de silvicultura se hace precisa a la hora de conservar los espacios verdes de la ciudad y generar nuevos. Sergio Mejía destaca otros aspectos de importancia dentro de los planes de arborización de Medellín. Se pretende además de contar con 45.000 especies nuevas a 2011, insertar árboles nativos, pues ha existido en la ciudad, una tendencia a sembrar plantas exóticas.

En el vivero del jardín Botánico, donde se siembran las especies que hacen parte del programa Ciudad Verde de la Alcaldía de Medellín, se da prioridad a las nativas, entre ellas el comino, el algarrobo, el cedro, el parasiempre entre otras plantas cuyas semillas deben buscarse en los campos. Mejía resalta entre varios objetivos de la siembra masiva dentro de la ciudad, la atracción de fauna, incluyendo ciertas especies arbóreas frutales.




La ejecución de estos planes aún va en curso, y debe tenerse en cuenta la responsabilidad de la gente y de las empresas de servicios públicos en el momento de talar árboles. Gabriel Maya dice que hasta hace poco instituciones como EPM podaba y talaba sin ninguna reglamentación, por lo que ahora su deber es “intevenir, talar, reponer y sembrar”. Coincide con Sergio Mejía en afirmar que en ocasiones las personas se oponen al derribo de árboles que resultan perjudiciales por sembrarse en condiciones inapropiadas, por lo que hace falta aún difundir las normas de silvicultura a las que se atiende dentro del ordenamiento urbano, las cuales permiten que la gente sea más cuidadosa para la siembra y cuidado de los árboles, disminuyendo paulatinamente la muerte de los mismos.

El equilibrio ambiental (calidad del aire, reducción del ruido, incremento de biodiversidad), la salud, la recreación, la estética, son elementos que rodean las iniciativas de arborización en las urbes, como fuentes de conservación de recursos vitales para el ser humano, las demás especies animales y el ecosistema en su conjunto.

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